A veces (pocas veces) allá muy arriba, cerca de donde nace todo, suele formarse una cárcava que va guardando cantidades inimaginables de agua con basura y costras de todos tamaños que se pirran muy fuerte a las paredes del alma. Pero llega el momento en que no soporta más y se desborda.
Entonces se viene violento un alud de desperdicio flotando en agua sucia desbordada y pasa impiadoso sobre mí.
Después de la hecatombe quedo herido pero limpio.
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