Se revolcaba entre colores pálidos divididos por una delgada y poderosa línea brillante de sol que, desafortunadamente, evitaba que todo terminara en una bella estampa embarrada de tonos azules y rosados mezclados por un marrón benévolo y complaciente con olor a ron barato.
Me quedé dormido mientras contemplaba la batalla y soñé que ganabas tu.
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