Esta noche me asaltó la luna.
No sé si se había olvidado de salir ultimamente o yo había dejado de voltear a verla,
simplemente apareció otra vez sin avisar.
Enorme, irregular, suave,
sutil y elegantemente sospechosa...
Eligió un pedazo de cielo taciturno e indefinido para acomodarse y acechar al mundo con su brillo reservado...
de mi parte no hubo resistencia, levanté la manos y me vació por completo.
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