jueves, 8 de julio de 2010

Sueño vacilante

Hoy tuve uno de esos días que parecen sueños vacilantes.

Uno de esos sueños en los que todo cambia de rumbo repentina y drásticamente, y nadie parece notarlo más que el soñante.

Un sueño cíclico que se repite sin tregua.

Donde floto boca arriba en las suaves y tranquilas aguas del desconcierto.

Acostado en un cuerpo de agua impía que me arroja a un vacío que termina en repetición.

Allí estaba yo, itinerante sobre aguas perdidas en la inocencia de su curso.

Y si me muevo, me hundo.


miércoles, 7 de julio de 2010

De Asqueles, Moyotes y Reborujos

Estos días han sido verdaderamente divertidos.

Han sido salpicados fina y sutilmente por cajas de cartón con ojos, perros en desarrollo, gotas de lluvia, sueños de pulseras vivas, bailes ridículos, Dr. Pepper, plantas que escuchan, paisajes mojados, un niño gigante, un hombre que al lado de un moyote pasa desapercibido, burritos mentirosos, pizzas con queso fuerte, sandwiches robados, cine en casa, un libro releído, mojitos que son mojitos, mojitos que no lo son, oficinas con ruedas, espaldas mojadas, la crónica de un taco de pollo secuestrado, malteadas de plátano con chocolate, animales míticos (¿¿Asqueles??), un conductor reborujado y una canción nueva que reclama a la luna como premio y que suena y suena y suena y suena...