martes, 16 de febrero de 2010

Regresaron

Anoche llegué a casa y me costó más trabajo que de costumbre girar la llave.

Un espeso aroma a silencio se desbordó cuando abrí la puerta.

Era como si alguien hubiera dispuesto todo para que se percibiera un ambiente enrarecido.

No goteaba el grifo, el refrigerador había dejado de zumbar y el frío no se escabullía por las rendijas de la ventana.

Mi habitación estaba cerrada pero con la luz prendida...





Al abrir la puerta me sorprendieron mis manchitas de colores jugando por todos lados. Estaban felices, renovadas, más brillantes, más vivas, más grandes...

Comenzamos a gritar y jugar hasta que nos quedamos dormidos donde nos agarró la madrugada.


jueves, 11 de febrero de 2010

Sueño Delgadito

Leía recostado y no me di cuenta en qué momento me quedé dormido.

Unos cuántos minutos después de la una de la mañana, un bullicio casi imperceptible (aún para alguien despierto) engulló mi mediocre descanso.

Levanté la cabeza emocionado, estaba seguro de que eran mis Manchitas de Colores, hacía mucho tiempo no sabía de ellas, empero también tenía la certeza de que no habían huido, de que seguían por ahí sobreviviendo.

Ya bien despierto, me percaté de que el pequeño bullicio había sido sólo un sueño delgadito.

domingo, 7 de febrero de 2010

Limpio

El aprendizaje ontológico cuando viene en su cauce normal, como arroyito de constante y tranquilo fluir, es imperceptible. Baja elegante acariciando piedras lisas. Poco a poco debilita las costras de mis entrañas y sutil se las lleva consigo al final del mundo. De repente soy un poco menos impuro.

A veces (pocas veces) allá muy arriba, cerca de donde nace todo, suele formarse una cárcava que va guardando cantidades inimaginables de agua con basura y costras de todos tamaños que se pirran muy fuerte a las paredes del alma. Pero llega el momento en que no soporta más y se desborda.

Entonces se viene violento un alud de desperdicio flotando en agua sucia desbordada y pasa impiadoso sobre mí.

Después de la hecatombe quedo herido pero limpio.








sábado, 6 de febrero de 2010

De una libreta vieja 2

Te mueves y te sigo tiempo atrás para rozar el aire que te tuvo,

oler tu exhalación...

y tentar tus pasos con los míos.


De una libreta vieja

Mientras la gente muestra su afecto con caricias vacías, sonrisas invertebradas, regalos fastuosos y abracitos tibios, vomito.

Vomito en sus falaces corazones de oropel, que emulan imágenes sagradas y pretenden alcanzar una deidad sentimental que casi nadie conoce y que creen que se logra con el matrimonio.

Entonces conciben como natural al odio junto al amor.

Se vuelve un odio rabioso e inmaculado, hermano gemelo del amor.