martes, 29 de diciembre de 2009

Esta noche

Esta noche, tengo licencia para maldecir a la vida.

Esta noche, quise detenerme a beber y terminé con la boca seca gritando que todo está mal.

Esta noche, comprendí que el destino puede crecer tan torcido como la vida.

Esta noche, descubrí que la vida escribe con siniestra y sin voltear.

Esta noche, tengo licencia para estar triste y al final pensar que todo está bien.

jueves, 24 de diciembre de 2009

Mirar mirar

Por segunda noche consecutiva, las manchitas de colores en cautiverio estuvieron mirando fijamente un tubo cobrizo y brillante postrado sobre la mesa vieja y rayada de la estancia.

Miré a las manchitas mirar el tubo durante mucho rato también.

Su curiosidad es verdaderamente divertida.

martes, 22 de diciembre de 2009

Espera anual

Mi nata y casi patética paciencia aunada a las vocecitas pueriles de las manchitas de colores en cautiverio que juegan sin darse cuenta de la situación, han sido claves para no diluirme en la locura de este aguardar silente.

domingo, 20 de diciembre de 2009

Hasta aquí

Hasta donde yo sé, la natural y malagradecida relación entre mi cuerpo y mi alma, coexiste en el mismo plano en el que Tiempo y Espacio aprendieron a no destruirse.

Hasta donde yo sé, mi mente es parte de mi cuerpo, mientras el corazón se aparta y desvanece en las entrañas de un alma espesa e ignorante.

Hasta donde yo sé, Cerca y Lejos siempre han sido vecinos en la desgastada calle del drama pasional.

Quiero seguir el ejemplo de los lugares más lejanos y los tiempos más remotos que han contado historias sin finales previamente escritos.

martes, 15 de diciembre de 2009

Olor a Ron

Esta mañana sorprendí al cielo en plena crisis de identidad.

Se revolcaba entre colores pálidos divididos por una delgada y poderosa línea brillante de sol que, desafortunadamente, evitaba que todo terminara en una bella estampa embarrada de tonos azules y rosados mezclados por un marrón benévolo y complaciente con olor a ron barato.

Me quedé dormido mientras contemplaba la batalla y soñé que ganabas tu.


viernes, 11 de diciembre de 2009

Sol Vainilla

Esta mañana me he atrevido a ponerle azúcar al café y le dí permiso al cansado sol de invierno de entrar hasta donde su halo quisiera llegar.

Sólo abrí la ventana y lo dejé pasar.

Me he entretenido contemplando las micropartículas de polvo que su luz de vainilla descubre a la vista de cualquiera. Les hablo de mis manchitas de colores en cautiverio y se alteran con mi voz.

Mientras abro la boca para probar el sabor de la luz y me como algunas micropartículas de polvo, pienso en lo felices que serían mis manchitas de colores si pudieran estar aquí conmigo.

sábado, 5 de diciembre de 2009

No puedo escribir.