Me incluyo en tu piel,
en tus recuerdos.
Me asumo idiota sin cordura,
me bebo la culpa sin gesto aparente.
Mi mente me fustiga,
quiere verme derrotado y suplicante.
Me revuelco entre lo correcto y lo deseado.
Cuando me levanto no me impregna la esencia de nada.
La luna, con su cara blanca, se encargará de juzgar mis actos y, en su momento, me dará la absolución.
¿Necesito absolución?
1 comentario:
La absolución únicamente llega cuando se hace algo que en el fondo sabíamos que quizás no debíamos hacer, y encima de todo ni lo disfrutamos. Entonces si tendrías algo de qué arrepentirte y por lo cual pedir perdón.
Gracias por pasarte por mi blog :)
estoy en crisis pero prometo escribir y visitar más seguido (y cambiar tamaño de letra y color :P)
Besos
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